Trivial y no trivial - estas palabras que a menudo escuchamos de personas o encontramos en la literatura. Sin embargo, no todas las personas comprenden el verdadero significado de estos términos. Mucha gente los confunde con otros conceptos, por lo que no logran captar el verdadero significado de tal o cual frase.
En este artículo explicaremos qué se entiende por trivialidad y no trivialidad.
¿Qué es trivialidad y no trivialidad?
Trivialidad - simplificación extrema. El concepto se usa a menudo en matemáticas en relación con los objetos más simples. Vale la pena señalar que la trivialidad no tiene una definición universal.
En el habla coloquial, muchas personas usan este término en los casos en que quieren hablar sobre algo de manera negativa. Como resultado, el concepto de "trivialidad" se ha convertido en sinónimo de palabras como - banalidad, primitividad u obviedad.
Por tanto, la información "trivial" carece de frescura, originalidad o novedad. Hoy la palabra trivialidad se usa en un sentido despectivo. Señalarle a una persona su trivialidad significa acusarlo de banalidad y pensamiento estereotipado.
Por lo tanto, esta palabra debe usarse con precaución, para no ofender o avergonzar a la persona. Bastará con señalar su trivialidad.
Por ejemplo, cuando surge un problema, esa persona puede decir algunas cosas obvias que no contribuyen a su solución. Esto se puede explicar con el siguiente ejemplo:
Mientras conduce, una rueda se cae repentinamente del automóvil. El destornillador tiene repuesto, pero no tiene tornillos para atornillarlo. En este caso, una persona trivial dirá cosas banales: "de alguna manera necesitas colocar el volante" o "el coche no se irá sin el volante".
A diferencia de, no trivial la persona intentará solucionar el problema de inmediato. Puede quitar un perno de cada rueda y usarlos para instalar una cuarta rueda de repuesto. Al menos avanzando con cuidado, podrá llegar a la estación de servicio más cercana.
De lo anterior, podemos concluir que la palabra "no trivial" tiene el significado opuesto. Es decir, una persona no trivial es un individuo inteligente, ingenioso e interesante.
Además, una idea, acción, aforismo, etc. puede no ser trivial. Es decir, algo que se distingue por la originalidad y la novedad: un enfoque innovador de los negocios, desprovisto de estereotipos o clichés.