Aquellos que aman los fenómenos místicos y las historias espeluznantes deben ir a la Isla de las Muñecas en México. A pesar del nombre inocuo, los niños nunca deben ser llevados a un lugar así, ya que miles de juguetes de miedo cuelgan de las ramas de los árboles y siguen incansablemente a los turistas. Una visión así, realzada por la aterradora historia del lugar, afecta la psique y permanece en la memoria durante mucho tiempo. Es mejor mirar las fotos de los paisajes de la isla con anticipación y solo entonces decidir si sumergirse en una atmósfera tan sombría de entretenimiento infantil.
Historia de la creación de la Isla de las Muñecas
La Isla de las Muñecas Perdidas se encuentra al sur del centro de la Ciudad de México. Y aunque el nombre apareció hace relativamente poco tiempo, el misticismo se ha extendido por la isla deshabitada desde la antigüedad. Los residentes locales siempre lo evitaban, ya que se creía que atraía la muerte, porque era aquí donde la gente, en su mayoría mujeres, a menudo se ahogaba.
En los años cincuenta del siglo pasado, Julián Santana, por razones inexplicables, dejó a la familia y se fue no solo a cualquier parte, sino a una isla deshabitada. Se rumoreaba que el hombre presenció la muerte de una niña pequeña que se ahogó frente a la costa mística. Fue este evento lo que obsesionó a Julian, por lo que se retiró a la isla y comenzó a equipar su vida allí.
Según la leyenda, todas las noches el espíritu de una mujer ahogada se acercaba al habitante de la isla e intentaba comunicarle algo. Una vez, mientras caminaba por el barrio, el ermitaño vio una muñeca perdida, que decidió sujetar a un árbol para proteger su casa y apaciguar al invitado de la noche. Este paso se convirtió en el comienzo de un largo viaje para crear un museo inusual.
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Julián buscó apaciguar a las niñas muertas, cuyas vidas fueron arrebatadas por las aguas de la extraña Isla de las Muñecas. Deambuló por calles abandonadas, examinó los contenedores de basura, visitó los vertederos para encontrar muñecas desechadas adecuadas para decorar su escondite. Con el tiempo, los rumores se extendieron sobre él y los lugareños comenzaron a intercambiar muñecos viejos y estropeados por verduras y frutas frescas que Julian cultivaba en su isla. Entonces, la cantidad de juguetes ha superado los mil, razón por la cual México se hizo conocido en todo el mundo por su lugar insólito.
Museo espeluznante y rarezas relacionadas
Miles de turistas vienen a la Isla de las Muñecas Perdidas cada año, quienes se horrorizan con la vista. Muchas de las muñecas cuelgan en un bulto, mientras que las más intimidantes van clavadas o atadas una a una. Los juguetes tienen moho y faltan muchas partes del cuerpo. Parece que miles de ojos están observando cada movimiento de los invitados no invitados. Hay varios hechos relacionados con este lugar:
- Julian Santana murió en 2001, ahogándose en el mismo lugar donde una vez murió una niña, empujando a un hombre a la reclusión.
- Los turistas visitantes traen viejas muñecas con ellos para reponer la colección de la isla y apaciguar a las almas inquietas.
- El ermitaño fue la primera y única persona que se atrevió a pasar la noche en la isla.
- Se cree que las muñecas han absorbido la energía de todos los muertos a lo largo de los años, por lo que son capaces de cobrar vida por la noche y deambular por el barrio.
- Muchos visitantes afirman que las muñecas los hipnotizan y los desvían, sobre todo cuando se acercan al momento en que abandonan la isla.
Si todo lo descrito no te asusta en absoluto, entonces visitar un lugar insólito en México solo vale la pena para sentir la atmósfera inquietante de la Isla de las Muñecas. Se ha convertido en un refugio para una amplia variedad de muñecas producidas hace décadas. Cada uno de ellos tiene su propia historia, de la que no podrás enterarte, pero puedes pensar en ella tú mismo mirando qué hora está haciendo con tus juguetes favoritos.