Dmitry Sergeevich Likhachev - Filólogo, culturólogo, crítico de arte soviético y ruso, doctor en filología, profesor. Presidente del Patronato de la Fundación Cultural Rusa (soviética hasta 1991) (1986-1993). Autor de obras fundamentales sobre la historia de la literatura rusa.
Hay muchos hechos interesantes en la biografía de Dmitry Likhachev, de los que hablaremos en este artículo.
Entonces, ante ti hay una breve biografía de Dmitry Likhachev.
Biografía de Dmitry Likhachev
Dmitry Likhachev nació el 15 (28) de noviembre de 1906 en San Petersburgo. Creció en una familia inteligente con ingresos modestos.
El padre del filólogo, Sergei Mikhailovich, trabajaba como ingeniero eléctrico y su madre, Vera Semyonovna, era ama de casa.
Infancia y juventud
Cuando era adolescente, Dmitry decidió firmemente que quería conectar su vida con la lengua y la literatura rusas.
Por esta razón, Likhachev ingresó en la Universidad de Leningrado en el departamento de filología de la Facultad de Ciencias Sociales.
Durante sus estudios en la universidad, el estudiante fue uno de los miembros del círculo clandestino, donde estudiaron profundamente la filología eslava antigua. En 1928, fue arrestado acusado de actividades antisoviéticas.
La corte soviética dictaminó exiliar a Dmitry Likhachev a las famosas islas Solovetsky, ubicadas en las aguas del Mar Blanco. Más tarde fue enviado a la obra de construcción del Belomorkanal, y en 1932 fue liberado antes de lo previsto "por su éxito en el trabajo".
Vale la pena señalar que el tiempo que pasó en los campamentos no rompió a Likhachev. Después de pasar por todas las pruebas, regresó a su Leningrado natal para completar la educación superior.
Además, Dmitry Likhachev logró cero condenas, después de lo cual se lanzó de lleno a la ciencia. Un dato interesante es que los años de su biografía que pasó en prisión lo ayudaron en los estudios filológicos.
Ciencia y creatividad
Al comienzo de la Gran Guerra Patria (1941-1945), Dmitry Likhachev terminó en Leningrado sitiado. Y aunque todos los días tuvo que luchar por su existencia, no dejó de estudiar documentos rusos antiguos.
En 1942, el filólogo fue evacuado a Kazán, donde todavía se dedicaba a actividades científicas.
Pronto, los científicos rusos llamaron la atención sobre el trabajo del joven Likhachev. Reconocieron que su trabajo merece una atención especial.
Más tarde, la comunidad mundial se enteró de la investigación de Dmitry Sergeevich. Comenzaron a llamarlo un profundo experto en varios campos de la filología y la cultura rusa, desde la literatura eslava hasta los acontecimientos modernos.
Obviamente, antes de él nadie había logrado estudiar y describir tan escrupulosamente el contenido de la espiritualidad milenaria, junto con la cultura eslava y rusa, en una escala tan grande.
El académico exploró su conexión inquebrantable con los picos intelectuales y culturales del mundo. Además, durante mucho tiempo acumuló y distribuyó fuerzas científicas en las áreas de investigación más importantes.
Dmitry Likhachev hizo una contribución significativa al desarrollo de actividades educativas en la URSS. Durante más de una década, se ha esforzado por transmitir sus propias ideas y pensamientos al público.
Durante el reinado de Mikhail Gorbachev, una generación de personas creció en sus programas transmitidos por televisión, que hoy pertenece a los representantes del estrato intelectual de la sociedad.
Estos programas de televisión eran una comunicación gratuita entre el presentador y la audiencia.
Hasta el final de sus días, Likhachev no dejó de participar en actividades editoriales y editoriales, corrigiendo de forma independiente los materiales de jóvenes científicos.
Es curioso que el filólogo siempre haya intentado dar respuesta a las innumerables cartas que le llegaban desde distintos puntos de su vasta tierra natal. Cabe señalar que tuvo una actitud negativa hacia cualquier manifestación de nacionalismo. Posee la siguiente frase:
“Hay una gran diferencia entre patriotismo y nacionalismo. En el primero, amor por tu país, en el segundo, odio por todos los demás ".
Likhachev se distinguió de muchos de sus colegas por su franqueza y su deseo de llegar al fondo de la verdad. Por ejemplo, criticó cualquier doctrina de conspiración para comprender los acontecimientos históricos y no consideró correcto reconocer el papel mesiánico de Rusia en la historia de la humanidad.
Dmitry Likhachev siempre se ha mantenido fiel a su Petersburgo natal. En repetidas ocasiones le ofrecieron mudarse a Moscú, pero siempre rechazó tales ofertas.
Quizás esto se debió a la Casa Pushkin, que albergaba el Instituto de Literatura Rusa, donde Likhachev trabajó durante más de 60 años.
A lo largo de los años de su biografía, el académico ha publicado alrededor de 500 trabajos científicos y 600 periodísticos. El círculo de sus intereses científicos comenzó con el estudio de la pintura de iconos y terminó con el estudio de la vida carcelaria de los presos.
Vida personal
Dmitry Likhachev fue un hombre de familia ejemplar que vivió toda su vida con una esposa llamada Zinaida Alexandrovna. El filólogo conoció a su futura esposa en 1932, cuando trabajaba como corrector de pruebas en la Academia de Ciencias.
En este matrimonio, la pareja tuvo 2 gemelos: Lyudmila y Vera. Según el propio Likhachev, la comprensión mutua y el amor siempre han reinado entre él y su esposa.
El científico nunca fue miembro del Partido Comunista y también se negó a firmar cartas contra destacadas figuras culturales de la URSS. Al mismo tiempo, no era un disidente, sino que intentaba llegar a un compromiso con el régimen soviético.
Muerte
En el otoño de 1999, Dmitry Likhachev fue ingresado en el hospital de Botkin, donde pronto se sometió a una operación oncológica.
Sin embargo, los esfuerzos de los médicos fueron en vano. Dmitry Sergeevich Likhachev murió el 30 de septiembre de 1999 a la edad de 92 años. Los motivos del fallecimiento del académico fueron la vejez y los problemas intestinales.
Durante su vida, el científico ha recibido numerosos premios internacionales y reconocimientos a nivel mundial. Además, era un verdadero favorito de la gente y uno de los más brillantes promotores de la moral y la espiritualidad.