El Faro de Colón se encuentra en la capital de República Dominicana. Este lugar fue elegido debido a que las islas se convirtieron en las primeras en la lista de descubrimientos del navegante, pero el nombre no significa en absoluto que el edificio se utilice para el propósito previsto. La estructura no es una señal para los marineros, pero tiene focos que emiten potentes rayos de luz en forma de cruz.
Historia de la construcción del Faro de Colón
Hablar sobre la necesidad de erigir un monumento en honor a Cristóbal Colón comenzó a principios del siglo XX. Desde entonces, se han organizado colecciones benéficas para la construcción a gran escala, se han propuesto ideas sobre el tipo de edificio futuro. Debido a los grandiosos planes, el trabajo comenzó solo en 1986 y duró seis años. El museo se inauguró en 1992, justo en el 500 aniversario del descubrimiento de América.
El derecho a inaugurar oficialmente el museo fue transferido al Papa Juan Pablo II, ya que el monumento no solo es un homenaje a los méritos del gran navegante, sino también un símbolo del cristianismo. Esto lo confirma la forma del edificio del museo y la luz emitida en forma de cruz.
La construcción del monumento a gran escala costó más de $ 70 millones, por lo que su construcción a menudo se suspendió. Por el momento, el área circundante todavía está un poco ennoblecida e incluso desierta, pero en el futuro se planea plantar vegetación.
La estructura del monumento y su patrimonio
El Monumento a Colón está formado por losas de hormigón armado, que se disponen en forma de cruz alargada. Tomando una foto desde arriba, puede ver el símbolo cristiano en todo su esplendor. La altura del edificio es de 33 m, el ancho es de 45 my la longitud del edificio es de hasta 310 metros. La estructura se asemeja a una pirámide en cascada, que recuerda a los edificios de los indios.
La cubierta del edificio está equipada con 157 focos que proyectan una cruz por la noche. Se puede ver a una distancia bastante grande del museo. Las paredes están decoradas con mármol con los dichos de grandes marineros grabados en ellos. Además, se pueden encontrar las declaraciones del Papa, a quien se le otorgó el honor de abrir un museo significativo para la historia.
El principal atractivo son los restos de Cristóbal Colón, aunque no es del todo seguro que se guarden aquí. El Faro de Colón también se ha convertido en el hogar del Papamóvil blindado y la Casula Papal, que los turistas pueden admirar durante la excursión.
También es interesante estudiar los hallazgos históricos asociados con las tribus indígenas y los primeros colonialistas. En Santo Domingo se exhiben los manuscritos mayas y aztecas. Algunos de ellos aún no se han descifrado, pero se sigue trabajando en ellos. Muchas de las salas del museo están dedicadas a los países que participaron en la creación del monumento. También hay una sala con símbolos de Rusia, donde se guardan muñecas anidadas y balalaika.
Controversia por los restos de Colón
La catedral de Sevilla también afirma que guarda los restos de Colón, aunque nunca se supo la verdad. Desde la muerte del gran navegante, su entierro ha cambiado a menudo, mudándose primero a América y luego a Europa. Se suponía que el último refugio era Sevilla, pero después de un corto período de tiempo, surgió la información de que los restos se guardaron en Santo Domingo todo el tiempo, por lo que pasaron a ser propiedad de un nuevo museo.
Según los resultados de la exhumación realizada en Sevilla, no se pudo dar al cien por cien certeza sobre la titularidad del ADN a Cristóbal Colón, y el gobierno de República Dominicana no da permiso para el examen del patrimonio histórico. Así, todavía no hay datos exactos de dónde se encuentran los restos del descubridor de América, pero el Faro de Colón es digno de mucha atención incluso sin ellos.